martes, 5 de abril de 2011

DERECHOS HUMANOS

TEMA Nº 3

LOS DERECHOS HUMANOS EN BOLIVIA Y EL MUNDO

Objetivo.- Orientar en la práctica real y concreta de conductas para un trato interpersonal que realcen el valor del respeto a los derechos de la persona

ANALIZANDO NOTIAS DE LA REALIDAD
(Poner el titulo a este artículo de la prensa)

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A doscientas personas les prometieron un buen salario y otros beneficios; les llevaron al campo a cosechar arroz. Allí las cosas fueron distintas de las promesas realizadas ¡Les habían engañado!
Estuvieron una semana sin comida, sin médico, sin remedios y bebían agua de los pozos contaminados... Dos personas ya habían muerto.
Después de varios días llegó el contratista llevándoles comida, pero los precios eran tan altos que casi todo el salario lo gastaban en cómprala. Dormían en barracas entre ratas y culebras, picadas por los mosquitos... Al terminar la cosecha, sólo habían ganado 210 bolivianos. ¿Les alcanzará para mantener a su familia?
                                                                                                     (El Diario, 4 de abril de 2008)
DIOS NOS HABLA
“La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona, especialmente en materia moral y religiosa. (cf DH 2) Este derecho debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común y del orden público (cf DH 7) porque Dios creó, de un solo principio, todo el linaje humano”. (Catecismo C. 1736-360)

ORACIÓN DE FE
Señor, ¡con cuánto cariño nos has hecho tú y qué contento estabas con tu obra de arte! Pero... ¡cómo evolucionamos, Señor y nos convertimos en lobos unos con otros!
Has puesto en nuestro corazón tanta capacidad de amar para que todos seamos felices y no nos destruyamos mutuamente. Pero nosotros, Señor, preferimos nuestros propios intereses y olvidamos a los hermanos.
Has previsto, Señor, la inteligencia para cuando falle el corazón, por eso nos organizamos y nos damos leyes para defendernos y hacer de este mundo un lugar más habitable.
El amor, por una parte, nos nivela al hacernos a todos hermanos e iguales, pero, por otra, Señor, desnivela porque engrandece al que más ama. Los derechos que todos tenemos por ser personas, los hombres los convertimos en leyes para defender a los más débiles de las uñas del más fuerte. Si reina el amor, sobran los derechos. Danos, Señor, corazón de carne para amarnos profundamente.
Amén
LOS DERECHOS EN LA HISTORIA DEL HOMBRE
La noción de derechos humanos se ha desarrollado en la época moderna; tiene sus fundamentos en dos pilares de la civilización occidental: la religión judío-cristiana y la cultura grecorromana. 
                                                                                                                                          
La actual afirmación de los derechos humanos es resultado de una larga evolución en la historia de la humanidad, tanto en la conciencia humana como en las realizaciones concretas.
                                                                                                                                                        
En la cultura occidental, durante la Edad Media, se encontraron testimonios que hacen referencia a la concesión de algunos derechos a determinadas personas o grupos dentro de la sociedad. No son todavía declaraciones de derechos humanos tal y como los entendemos actualmente, ya que la conciencia clara y universal de esos derechos es propia de los tiempos modernos.
Las declaraciones que fundamentan la estructura política y jurídica de la sociedad moderna comenzaron con la declaración de derechos en Virginia (EE UU) el 17 de junio de 1776. Se trata del primer documento que contiene un catálogo específico de derechos del hombre y del ciudadano. En él se enumeran los relativos a la vida, la libertad y la búsqueda de felicidad. A esta declaración siguen las de los otros estados norteamericanos.
Después de estas experiencias, se redactaron otras declaraciones importantes:

-       Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (29 de septiembre de 1789), adoptada por la Asamblea Constituyente francesa, donde se afirma que “el fin de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptible del hombre”. Estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. La búsqueda de garantías para estos derechos dio lugar al nacimiento de las constituciones en los diversos estados.

-       Declaración Universal de Derechos Humanos (10 de diciembre de 1948), adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU). En este texto se conjugaron los derechos individuales y los derechos sociales. Tiempo después, también en el marco de la ONU, se estableció una serie de pactos que ampliaban y concretaban los contenidos de los derechos humanos ya asentados en la declaración de 1948. Así, el 16 de diciembre de 1966 se aprobó el pacto internacional de derechos civiles y políticos, y el pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales. Estos pactos recogieron los derechos de la declaración, pero le otorgaron nuevos matices y algunas innovaciones. En 1959 se dictó la Declaración de los Derechos de los Niños y en 1967 la declaración para eliminar a discriminación de la mujer.

RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS
En el mundo son innumerables las denuncias de violaciones a los derechos humanos. Es evidente que estos derechos son cuestión de vida o muerte para personas y pueblos, especialmente para los millones de seres humanos que viven en la pobreza actualmente, cuyos derechos son absolutamente precarios. Pero la conciencia de los derechos humanos avanza en la medida que haya personas dispuestas a luchar por ellos.
En este sentido, la Iglesia anima a los creyentes a trabajar para que todas las personas, especialmente las menos favorecidas, tengan condiciones de vida dignas y puedan llegar a su propia perfección. Para lograr este bien común, es necesario que se respeten los derechos de la persona, que se le facilite lo necesario para vivir dignamente: alimento, vivienda, salud, trabajo, educación... y que disfrute de una estabilidad y de una seguridad que se consiguen por medio de la paz.
Aunque la Iglesia no puede identificarse con una comunidad política ni con un partido político, “es propio de su misión emitir un juicio moral, incluso en cosas que afectan al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas”.  (Catecismo C. 2246)

MIS DERECHOS, TUS DERECHOS
Todos tenemos derecho a tener lo más necesario para desenvolvemos como personas; por ejemplo, un niño tiene derecho a no ser discriminado, a una protección especial, a un nombre y a una nacionalidad, a crecer y desarrollarse en buena salud, a una atención adecuada a su estado de salud física y mental, a crecer en un ambiente de afecto y de seguridad, y a recibir educación gratuita.
Sin embargo, no sólo se trata de exigir derechos y olvidar nuestras responsabilidades o deberes, especialmente los que tenemos con el prójimo, que es otra persona de derecho; es justo recordar que a todo derecho le corresponde una obligación.
Todos necesitamos una familia donde nos sintamos protegidos, queridos y logremos encontrar confianza, pero también requerimos que a nuestro alrededor haya paz, libertad, justicia, verdad y seguridad ciudadana.

DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Artículo 1. Todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Artículo 2. Todos los hombres, sin distinción alguna, en especial de raza, color, sexo, lengua, religión, convicciones políticas o de otro orden, origen nacional o social, condición económica, nacimiento u otras circunstancias, pueden apelar a todos los derechos y libertades contenidos en esta declaración.
Artículo 3. Toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal.
Artículo 4. Nadie debe estar sometido a esclavitud o a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5. Nadie debe estar expuesto a tortura ni a tratos o castigos inhumanos o humillantes.
Artículo 6. Toda persona tiene derecho al reconocimiento en todas partes de su personalidad jurídica.
Artículo 7. Todos los hombres son iguales ante la ley y tienen derecho, sin distinción, a la misma protección legal contra toda discriminación que vulnere esta declaración y contra toda incitación a tal discriminación.
Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que le ampare contra violaciones de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley.
Artículo 9. Nadie deberá ser arbitrariamente arrestado, detenido o desterrado.
Artículo 10. Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída de forma pública y adecuada ante tribunales independientes e imparciales para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de una acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se la considere inocente mientras no se pruebe su culpabilidad de acuerdo con las leyes y en un juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Artículo 12. Nadie debe estar sujeto a la injerencia arbitraria en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, o ataques a su honra y su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Artículo 13. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a establecerse en cualquier Estado.
Artículo 14. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar y a encontrar asilo en otros países.
Artículo 15. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.  
Artículo 16. Los hombres y las mujeres núbiles, sin consideración de raza, nacionalidad o religión, tienen derecho a contraer matrimonio y a fundar una familia.
Artículo 17. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
Artículo 18. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.
Artículo 19. Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión.
Artículo 20. Todos los hombres tienen derecho a reunirse para fines pacíficos y a integrarse en asociaciones.
Artículo 21. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país directamente o por medio de representantes libremente elegidos.
Artículo 22. Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social y a conseguir, mediante disposiciones nacionales o la colaboración internacional y conforme a la organización y a los medios de cada Estado, los derechos económicos, sociales y culturales que sean necesarios para su dignidad y para el libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 23. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su oficio, a condiciones adecuadas y satisfactorias de trabajo y a protección contra el desempleo.
Artículo 24. Toda persona tiene derecho a descanso y tiempo libre especialmente a una delimitación adecuada de las horas de trabajo y a vacaciones regulares pagadas.
Artículo 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida que pueda asegurarle a ella y a su familia la salud y el bienestar.
Artículo 26. Toda persona tiene derecho a la educación gratuita.
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en sus resultados.
Artículo 28. Toda persona tiene obligaciones para con la comunidad, único ámbito en el que puede obtener el libre y pleno desarrollo de su personalidad.

-       Todos los niños y niñas tienen el derecho a recibir educación gratuita.
-       Los niños tienen derecho a una protección especial, a crecer en un
  ambiente de afecto y seguridad, pero...


DIGNIDAD HUMANA
Todo hombre y toda mujer tienen en si una nobleza inviolable que ellos mismos y los demás deben respetar y hacer respetar sin condiciones: su dignidad, que es un valor que toda vida humana merece por si misma en cualquier circunstancia. Por consiguiente, la Iglesia condena todo menosprecio, reducción o atropello a las personas y a sus derechos inalienables; todo atentado contra la vida humana, desde la oculta en el seno materno hasta la que se está agotando en la ancianidad: toda violación o degradación de la convivencia entre los individuos, los grupos sociales y las naciones. Se entiende que todo abuso a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, de quien es imagen.
La dignidad del hombre verdaderamente libre exige que no se deje encerrar en los valores del mundo, particularmente en los bienes materiales, sino que se libere de cualquier esclavitud, ya que como ser espiritual tiene la misión de ir más allá, hacia el plano superior de las relaciones personales, en donde se encontrará consigo mismo.
La dignidad de los hombres se realiza en el amor fraterno, entendido con toda la amplitud que le ha dado el Evangelio y que incluye el servicio mutuo, la aceptación y promoción práctica de los otros, especialmente de los más necesitados.

EL SUEÑO DE DIOS
Cuentan los sabios que un día Dios tuvo un maravilloso sueño. Soñó que el mundo era un precioso jardín, un paraíso. Brillaba el Sol y con su calor llenaba de alegría a todos los hogares, de unidad a los barrios, de paz a los países, de solidaridad a las naciones.
No había pobres y nada de violencia; la gente había olvidado qué era pelearse, gritar, insultar o mentir... Todos eran iguales, tenían los mismos derechos, se respetaban y ayudaban mutuamente.
Había desaparecido de los diccionarios las palabras asesinato, odio, rencor, maldad, injusticia, opresión, explotación... Hasta los nombres de algunas calles reflejaban aquella situación: calle de la Paz, calle de la Amistad, calle de la Alegría... Y dicen los sabios que al despertar, Dios dijo: ¡Qué alegría siento! ¡Ése es el mundo que yo siempre quise!

TRABAJO FINAL DEL TEMA
  1. Cuestionario.
- ¿Como y cuando se atenta contra los derechos de los demás?
- ¿Qué relación existe entre derechos humanos y dignidad?
- ¿Cuáles son los derechos humanos que más se vulneran en la actualidad?

  1. Completar los decretos del hombre que cree en Dios.
• Algunas personas enteradas del sueño de Dios, han tratado de plasmarlo en decretos para que tengamos una vida más llevadera.
1 Queda decretado que nadie es superior a nadie.
2. Queda decretado que todo se resolverá con diálogo y comprensión.
3. Queda decretado que al interior de las familias todos se tendrán cariño y que no existirán peleas. Los hombres nunca mas golpearán a sus esposas ni maltratarán a sus hijos.
4 Queda decretado que todos tenemos los mismos derechos.
5 Queda decretado que nos respetaremos mutuamente.
6. Queda decretado.............................................................................................................
7. Queda decretado.............................................................................................................
8. Queda decretado.............................................................................................................
9. Queda decretado.............................................................................................................
10. Queda decretado...........................................................................................................

 

1 comentario:

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